Llegué a Santiago primero y pasé tres días allá. Por tal motivo, mis primeras impresiones vinieron desde la capital. En Santiago, aunque teníamos unas visitas, miraba la ciudad a través de mis propios ojos. ¿Aún, cómo ví Chile al inicio?
Mi mente quedaba abierta pero al principio, todo que veía me parecía como antes había imaginado. Una ciudad es una ciudad. Es decir, hay mucha gente (demasiada gente), muchos edificios súper altos, y basura en las calles. No obstante, había una onda distinta. Por ejemplo, hay artistas callejeros en los Estados Unidos también, pero acá parece que los artistas son mucho más diverso en edad y en el tipo del arte. En otras palabras, no había esperado que habría muchos jóvenes que estaban interpretando en las esquinas. Otra cosa que me llamaba la atención fue el transporte. Nunca había pasado mucho tiempo en los trenes en mi ciudad o en cualquier lugar. Entonces, cuando tomé el transporte en Santiago me di cuenta de que el transporte público es una parte de vida muy notable acá. Especialmente en la ciudad, me parecía que la mayoría de la gente no tenía un auto y tomaba el metro y las micros. Por último, me daba cuenta de la importancia de café y té. Aunque es común beber estas bebidas en todas partes, creo que vida circula alrededor de los momentos durante el día cuando la gente puede tomar un té o café. No puedo evitar esto---necesito mencionar el pan. Mira, la cosa es que pan aquí es vida...y vida acá es pan. La gente come pan todo el tiempo. El pan no es solamente para el desayuno, el almuerzo, la cena, u once, es para siempre. Es la tradición. Es una raíz. Es una parte de la vida cotidiana, pero más que eso, es un elemento de los chilenos. Creo que no hay una explicación muy bien en palabras...porque a veces, cosas simplemente son. El pan es. Chile es un país muy lindo. En todas zonas, hay vistas como ninguna otra... y Chile tiene todo. En otras palabras, la geografía provee todo. El desierto, los lagos, los ríos, el mar, los volcanes, las playas, los cerros...la lista continúa. Cada día, veo la panorama desde mi ventana y aunque el paisaje no cambia (o sea, no mucho), la vista cada vez es algo mágica. Además, no vivo en la región más bonita...es decir, la gente chilena dice que hay otras regiones más hermosas que está, pero, al mismo tiempo, encuentro que Chile es espectacular siempre. |