Mi historia -Un fondo de Colorado, un viaje a Chile-
Me llamo Hannah Klein. Tengo veintiuno años. Soy de Colorado y estudio en Dayton, Ohio. Tengo tres hermanos- una hermana menor que tiene catorce años, un mellizo, y un hermano mayor que tiene tres años más que yo. Mis padres me dan mucho apoyo, amor, y oportunidades. La mayoría de mi familia extendida vive en Ohio. Sin embargo, también tengo parientes en otros estados y en Canadá. Me encantan frijoles verdes de nuestro jardín en Colorado. También, mi bebida favorita es agua. En mi tiempo libre, cuando tengo tiempo libre, me gusta hacer ejercicio- deportes como raquetbol y basquetbol. Me fascina escalar rocas. Toco la trompeta, pero ahora no mucho. Cosas que me molestan incluye actitudes negativas, mentes cerrados, y miedo de tratando nuevas cosas. Aunque no vivo en las montañas, me gustan mucho. Mi apellido significa “pequeño” o “hombre pequeño” en alemán. Me disfruta arte en formas varias y un ejemplo de eso es me agrada cocinar. Prefiero gatos sobre perros. Té antes de café. No tengo media social, o Netflix, o algo similar. Me fascina la naturaleza y la vida afuera.
Arriba está la “introducción rígida” de mi fondo, pero lee el siguiente para entender como me prefiero escribir. Armada con un corazón llena de Cristo y una mente abierta, continuaba mi camino. El sendero parecía como un río, llenaba de curvas, zonas suaves, y áreas con muchos guijarros ásperos. Tenía listo un par de zapatos y más que eso, tenía una sed de los conocimientos frescos y distintos. Mis padres me enseñaban en una manera fantástica- viajábamos a través de los campos del choclo, los inviernos llenaban de blanco, y pasábamos tiempos juntos en muchas aventuras. Esa era mi vida… y no podía dejarla allá (en los Estados Unidos). Aunque muchas veces en mi vida, la oculista me dijo que mi visión no estaba perfecta, pero estaba muy bueno. Pero la cosa más importante saber es que mis ojos todavía están puros y abiertos. Trato ver el mundo alrededor de mí con una conciencia amplia. Porque el punto de vista es casi todo. Cierra un ojo, y después el otro. Sube una montaña y después sumerge debajo del agua y ve arriba. Perspectiva. Así que, continúo adelante con Cristo en mi corazón, mis hermanos del mundo a mi lado, y con un alma lista entender y aprender más sobre todo.
Viajé a Chile por muchas razones, pero al final, puedo resumirlas en algunas frases. Muchos estudiantes de los Estados Unidos viajan a España para estudiar. Aunque estoy segura que España es maravillosa, no pude estudiar allá porque ese lugar es la corriente dominante. Es decir, siempre me fascinan cosas únicas y no me gusta seguir la multitud. Entonces, tenía un enfoque en América Central y América del Sur. El segundo motivo para mí fue una experiencia que tuve en Brasil. Nunca había viajado fuera de los Estados Unidos antes del dos mil trece. Sin embargo, durante este año, fui a Brasil con millones de personas. Viajé durante el Día Mundial de la Juventud y las aventuras en Brasil me cambiaron. Además, la gente era muy amable y auténtica. Por esa razón, todavía hay una parte de mi corazón en Brasil. Por lo tanto, sabía que quería regresar a Sudamérica. Así que, empecé investigar los países. Encontré que Chile podría proveer muchos retos para mí. Había oído que la gente en Chile habla muy rápido y en una manera distinta. Por añadidura, los ciudadanos usan muchos modismos y palabras que no existen en las lecciones que aprendía en el pasado. Pero, la cosa es que me encanta un reto. Por estos motivos y de hecho, porque Chile es un poco más barato de otros países y porque lo tiene una geografía increíble, decidí venir a Chile.